jueves, 14 de octubre de 2010

Eras un chico más, después de cinco minutos ya eras alguien especial. Sin hablarme, sin tocarme algo dentro se encendió. En tus ojos se hacia tarde y me olvidaba del reloj. Estos días a tu lado me enseñaron que en verdad no hay tiempo determinado para comenzar a amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario