miércoles, 8 de diciembre de 2010

No tardé mucho en darme cuenta que él se habia tornado como el amor que tanto esperé en mi vida. No lo esperaba así, en realidad, nunca supe como esperarlo, sinceramente ni siquiera lo esperaba. No voy a negar que lo busqué y aunque aparentaba hacerlo nunca perdí la fé.
No sufrí por las pequeñas cosas, eso hizo que no me cansara y siguiera buscando, aún asi seguí cegada por las cosas de la vida, la forma de los demás era la del la famosa frase "hay muchos peces en el mar" habian muchos, pero siempre me crucé con piedras, que tarde o temprano terminaban hundiendose en el fondo del mar. Es el pez, ese que cada tanto se encuentra y nunca se pierde ni tampoco muere... el mar es gigante tanto como la vida y en ella hay muchas piedras que nos hacen tropezar y caer una y otra vez, pero cada tanto se encuentra algun que otro pez, no importa si se busca o no, cada tanto se encuentra.

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