viernes, 24 de diciembre de 2010

Sandra sale y camina hacia a él. Está sonriendo, confundida, alegre y asustada. En la calle Greek, los estudiantes se empiezan a amontonar para ver que sucede.
- ¿Narcisos?
- Son tus flores favoritas
- ¿Como conseguiste tantos?
- Llame a todas partes en cinco estados y les expliqué que era la única manera en que iba a conseguir que mi esposa se casara conmigo.
De la nada, a Sandra se le escapa una lágrima por la mejilla. La seca.
- ¡Ni siquiera me conoces!
- Tengo el resto de mi vida para hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario