miércoles, 8 de diciembre de 2010

Son mentiras las que no se ocultan y las verdades las que se esconden en el corazon, por no hacer doler a quienes más queremos. Es la visión ajena que reprime la verdadera esencia de una persona, que muestra sinceramente lo que alguien es capaz de hacer o decir, frente a la opinión de un alma sin rumbo alguno y que quizás se encuentre en la misma sintonia que la nuestra. Son esas almas las que nos guian, aunque muchas veces no lo haga correctamente o que nisiquiera lo hagan. Y somos nosotros los que no creemos en nadie, pero si escuchamos todo lo que se dice, vemos como se actúa y como verdaderos actores imitamos todo, creyendo que de esa manera se formará lo que verdaderamente esperamos de nosotros mismos.

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