domingo, 4 de noviembre de 2012

Nube de sueños.

Te espero, acá, en el texto que recién comienzo y no tiene un punto final, absolutamente nada lo tiene.
Te espero en una lágrima, un gesto, una buena sonrisa.
Entre un libro y un amante, un saludo y una despedida.
Te espero entre tu vida y la mía, entre lo que no soy y lo que inventé... en las posibilidades que toqué con la yema de mis dedos, como una nube de sueños.
En el lugar más recondito de tu ser, ¿podrías acaso encontrar cada palabra que pronuncié sencillas en tus labios? En las que he ocultado tal vez un acertijo... ¿podrías descifrarlo? No hay nada más absoluto que dudar.
Te espero en la parte que no me perteneces, y en la otra parte que estoy nombrando, y es en vano porque ni existe.
Querer despegar tu ausencia de todo esto, sería apagar la vela y el sol, barrer las cenizas de el fuego que incendió los sentimientos puros, y escamar la piél para demostrarte, sólo a vos...
Si tan sólo entendieras lo que me pasa.
Limpiaría la hoja verde para ver el árbol crecer, pero el agua se desvanece.
No soy más que motivos de ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario