Si la luna no puede llenarme, y no puedo detenerme, dime ¿ qué hago ahí parada, cegandome con su resplandor? Si se muy bien que nunca llegaré a ella. Que está tan distante como tú ahora conmigo, como siempre ha sido, como siempre va a ser. En el insomnio de mi sobra de orgullo y tu manantial de facilidad que tienes para olvidar, eso que te caracterizó siempre, eso que me enamoró y hoy estoy odiando.
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