viernes, 21 de noviembre de 2014

Elecciones de Otoño

No quise besarte, no era el momento.
No hay momento adecuado para matar la agonía de la espera, ni la sensación de soledad.
Nunca desde hace 16 años que lo es, nunca desde hace 5843 mañanas que no llegaste a mi realidad.
Jamas desde tu entera ausencia que te quedaste observándome en este oscuro encierro de los jamases. 
Jamas fue el momento de encontrarme a tu eterna silueta al borde de la cama para uno, que a veces es para vos, o siempre es para vos.
Jamas te hundiste en estas sabanas hechas de suspiros de enredaderas con aleteos de olas pacificas del corazón que aguarda por siempre... Ellas no dieron flores azules, ni los espejismos en este desierto que no cura mi sed. Esas flores que aunque nunca nacieron, aunque nunca fueron primavera, aunque nunca se enrojecieron frente al manifiesto absoluto de dos cuerpos ardiendo dentro de un mundo frío y tenebroso, que jamas palidecieron, ni volvieron a nacer, a esas flores por las cuales daría la vida, la vida que no le dimos, ya murieron.
Y hoy es momento para besarte en paz, en silencio, porque hasta aqui ha llegado el viento, para tomarme entre las manos, y el mismo que te ha alejado probablemente te acerque, te dibuje entre las copas de los arboles, acaricie la luna longeva y furiosa, blanca, camine por los prados entre rosas y margaritas, y probablemente vuelen, vaya una a saber de que manera...
Pero quiero decir que me ha besado suavemente la espalda que conoces, suavemente y vos, vos también.
Puede que lo eterno siga aquí, y nadie se quede, nada nos quede, todos se marcharan como acostumbran a hacerlo, porque es la costumbre a la que tememos y es la libertad los cimientos escondidos que nos atemorizan, los cimientos del temor paralizante a estar y saber ciertamente que uno está. Pero yo no, porque cuando
 las nubes se abran de par en par dejando en el cielo la blancura de una rosa, cuando todos los mares quepan en la gota que a todos les falta rebalsar, cuando los lugares de recuerdo se materialicen, me iré contigo porque no tengo nada mejor.
¿y si a lo mejor no estas?
¿Y si es lo peor, y si es lo mejor?
Ya han pasado otros días, y estoy, pero vos no.
Están las estrellas, y todas esas cosas que sin vos no tiene nada, nada de mágico en lo absoluto.

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