No hay momento adecuado para matar la agonía de la espera, ni la sensación de soledad.
Nunca desde hace 16 años que lo es, nunca desde hace 5843 mañanas que no llegaste a mi realidad.
Jamas desde tu entera ausencia que te quedaste observándome en este oscuro encierro de los jamases.
Nunca desde hace 16 años que lo es, nunca desde hace 5843 mañanas que no llegaste a mi realidad.
Jamas desde tu entera ausencia que te quedaste observándome en este oscuro encierro de los jamases.
Jamas fue el momento de encontrarme a tu eterna silueta al borde de la cama para uno, que a veces es para vos, o siempre es para vos.
Jamas te hundiste en estas sabanas hechas de suspiros de enredaderas con aleteos de olas pacificas del corazón que aguarda por siempre... Ellas no dieron flores azules, ni los espejismos en este desierto que no cura mi sed. Esas flores que aunque nunca nacieron, aunque nunca fueron primavera, aunque nunca se enrojecieron frente al manifiesto absoluto de dos cuerpos ardiendo dentro de un mundo frío y tenebroso, que jamas palidecieron, ni volvieron a nacer, a esas flores por las cuales daría la vida, la vida que no le dimos, ya murieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario