jueves, 13 de octubre de 2011

Mi melancolía gris.

Hoy que te fuiste con ella y no me dejas, porque logras abatir mi corazón por un oleaje gigante, de centenares de faroles encendiéndose y apagándose en la llamarada de los latidos de mi corazón.
Hoy cuando te temo, porque dejaste en mi abandono, una triste pena y un "adiós" sin sentir, grabando en mis pupilas la triste despedida de aquella vez que soltaste tan fríamente mis manos en aquella noche de abril.
¿ Debías dejarme así? ¿ Debías dejar a una joven muchacha llena de esperanza, de fe y amor abatida por la tristeza? ¿ Debías dejarme en un vació de amor, en un vació de lo que alguna vez quería sentir, en un vació de amor eterno?.
Y hoy que te fuiste te encuentras costeando el mar de mi soledad, en donde no fuiste mas que una ola salvaje, de esas que te amarran y no te sueltan nunca más, y te arrastra mar adentro, quedando perdido, encerrado entre miles de salidas; pero para mi hay una sola, pues no me queda nada más que resignarme a que nunca más volverás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario