lunes, 10 de diciembre de 2012

Viajar.

Se nos acortan los años, el espiritu, las estupidezes, y los titeres, los teatros, actores e interpretes.
Se mueren, dignos por error... errados sin consulta, amando por placer y cotidianeidad.
 Porque los caprichos existen en la vida y en la vejez, como capitulos en un libro, como barcos en el mar.
No se anima nadie, ninguno de todos los que veo afuera y no se deja tocar.
 No es una provocación, sólo una insinuación para abstenernos de lo que no se debería repetir... ¿Acaso a alguien le gusta verse morir?.
Y yo no encuentro razón a los golpes en el rostro, a las pinturas que dejamos, a la razón por amor.
No es por esto que yo de a poco muero, y no es por esto que yo de a poco vivo aún un poco más, quien sabe de que manera.
Y tampoco se si encontrase alguna piedra de otro color, matiz, peso,un tacto diferente... tampoco se si podría volarme, viajarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario