Esta noche el desvelo se posó
en la cima del Everest,
los piés se me llenaron de cielo,
la luna es lo único que llegué a ser.
Fui a visitarte en los recuerdos
del infierno... no hay mucho de que hablarte,
la vida se pone fría y tensa
y soledad de esta ciudad
es lo único que se puede admirar.
Anoche la luna arrojó
el camino en mi ventana y
el mundo parece sencillo desde acá,
pero cuando pisas con fuerza
sabes que por la espalda
el peso puede regresar.
Casi creo que anoche moría el miedo,
casi creo que mis alas empezaban a madurar,
casi creo en mí.
Me esfuerzo tanto por mis sueños
que no busco más que eso,
pero es inevitable cruzarme con la realidad,
ya no tengo realidad.
Casi creo que anoche moría el miedo,
casi creo que mis alas empezaban a madurar,
casi creo en mí.
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