viernes, 17 de abril de 2015

¿Cómo matar la vulgaridad de todos los dias? (muriendo)

 Quien decida morir cada día por favor le pido:
que no lo haga en silencio,
mas bien que de un grito
despierte los grillos que
palpitan en las cabezas de los andantes.
Uno que agriete la tierra manchada de rojo,
derrumbe montañas y muros
para deshacer cualquier silencio.
 Quien decida morir cada día,
no lo haga en sombras
ni de pie sobre la tierra,
tan solo ponga su alma en una botella
y lancela en el mar,
 luego avance hacia él entre feroces olas,
con la fuerza de un huracán...
para perderse con el inicio del oleaje
cuando la luna erguida
hace a el agua bailar.
Donde la sal besa la costa,
curte la piedra y la empieza a moldear.
 Quien decida morir cada día, le suplico:
ante toda duda,
las manos hechas de algarrobo
y una mente abierta de par en par.
Con enredaderas que
desate toda cuerda
que no deje al barco naufragar,
que libere mariposas y
cantos de sirenas.
 De esta forma,
quien decida abandonar este mundo
lleno de vanidades
para encontrarle la gracia a la rosa
que orgullosa despliega sus pétalos
de par en par ante cualquier adversidad,
abrirá un fulgor de vida,
y una cabalgata de pasiones en el cielo.
Porque quien decide morir cada día en un grito...
renace, siempre renace.

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