A él le duele ella,
¿cómo no va a dolerte, amigo?
si soldaste a tu cama su sonrisa,
si era el paraguas que
te mantenía seco de las lagrimas,
si fue ella el ancla
que te amarraba a la vida,
si a cada cosa su silueta
le daba un nuevo sentido.
Pero llueve,
¿acaso estas anclado en el olvido?
y un corazón roto en pedazos
sobre una cama que
hace meses no ve salir el sol.
Un corazón que ha muerto
y habita el hastío.
Me dijo:
"Hoy la vi pasar de la mano de alguien más".
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